El viernes 22 de junio, ante la presencia de padres, amigos y compañeros, se celebró la Eucaristía de Confirmación de 21 estudiantes de nuestro Colegio.
Esta eucaristía fue presidida por Monseñor Manuel Paz quien invitó a los presentes a transformar la Iglesia desde dentro, ser parte del cambio, con nuestras actitudes y acciones, con nuestro Testimonio.
Finalmente el estudiante Ignacio Arros dedicó una acción e gracias en nombre de todos sus compañeros.
Buenas noches estimados padres, apoderados, profesores, agentes de pastoral, familiares, madrinas y padrinos, y como olvidar saludar a cada uno de mis queridos compañeros de confirmación. Hoy nos hemos reunido para celebrar el sacramento de la confirmación, en el cual 21 jóvenes hace un año decidimos dar un paso en nuestra fe.
Comenzamos el año pasado con este largo y arduo camino, en donde muchos fueron los llamados, pero pocos los elegidos. Entre los que llegamos a finalizar este bello proceso, nos hemos percatado a lo largo de nuestra preparación, que a pesar de nuestras múltiples diferencias, tales como diferente letra de curso, género, personalidades, grupo de amigos, entre otras cosas, hay una fuerza mayor que deja de lado todas estas diferencias, que es el llamado que Dios nos dio para confirmarnos, y así unirnos en torno a Él; tal y como Jesús lo hizo con sus discípulos.
Sin embargo, este llamado, en nuestra sociedad actual no siempre es bienvenido por todos, es más muchas veces es criticado, e incluso discriminado. Pero a pesar de esto, nosotros, y creo hablar por mis compañeros y por mi cuando digo que hemos superado todas estas adversidades en contra nuestra fe, y si la hemos superado, es porque no tenemos duda del gran poder y amor de Dios, y no nos atemoriza decirlo porque es lo que creemos y amamos.
Asimismo, junto con decirle sí al Señor, hemos tomado un compromiso como joven católico en nuestra iglesia actual, el cual es renovarla desde dentro y por dentro, ser agentes de cambios para esta, no ignorando la opinión de los demás sino respetándola y viendo los posibles cambios positivos a realizar, y sobre todo reparar esta iglesia tan dañada haciéndolo con la unión de todas las personas y que así pueda surgir el amor que el espíritu santo nos entrega con su llegada.
Para finalizar, nada de esto sería posible de no ser por el grandioso y colaborador profesor Julio Carrasco quien nos guió en este proceso enseñándonos todo lo necesario, mostrándonos el mejor camino para estar más cerca de Dios, como también a no discriminar a nadie sino que más bien incluir a todos en nuestra iglesia . Y como no recordar a mis fabulosos compañeros de confirmación los cuales en lo personal me ayudaron a crecer como persona y obtener recuerdos inolvidables con personas irremplazables. Y por todo esto digo gracias. “Gracias señor”
Ignacio Arros Y.
