El Colegio Teresiano Enrique de Ossó se organiza y vive en Comunidad Educativa. Este carácter comunitario brota de su naturaleza cristiana y da fecundidad y coherencia a su acción. Esto supone un estilo educativo en el que se cuida la convivencia, la información, la participación, la corresponsabilidad, el diálogo, el trabajo en equipo y el compromiso. Nuestra Comunidad educativa está formada por: Religiosas, familias, estudiantes, profesores/as personal no docente y exalumnos/as.
Las religiosas: Educadoras por vocación, cualquiera sea el trabajo que realizan. Viven cada día el compromiso y el reto de educar a niños y jóvenes de acuerdo a los requerimientos y a los grandes desafíos que hoy presenta la educación, garantizando la fidelidad a al espiritualidad teresiana y a los principios del Proyecto Educativo Institucional.
Las familias: Los padres y apoderados son los principales responsables de la formación de sus hijos/as. Asumen como propio el Proyecto Educativo, se comprometen con él y colaboran activamente en su implementación.
Los/as profesores/as: Son los/as educadores/as por excelencia. Su labor formativa va más allá de la transmisión de conocimientos. Están directamente comprometidos/as en la internalización, vivencia y evaluación del Proyecto Educativo en los Ciclos que atienden.
Los/as estudiantes: Son los/as principales protagonistas de su educación. Su trabajo y la participación gradual y comprometida en la vida escolar les ayudan en su formación y les preparan para una contribución responsable y creativa en la sociedad.
Los/as no docentes: Personal administrativo y de servicio, forman parte de la comunidad educativa desde lugares y responsabilidades diversos. Comparten lo que el Colegio es y ofrece.
Los/as exalumnos/as: Con los/as antiguos alumnos/as, desde el momento en que pasaron por nuestro Colegio, adquirimos un compromiso personal que se mantiene en el tiempo. Son agentes multiplicadores del carisma teresiano entre sus familias, en su ambiente, en su lugar de estudio o trabajo.