El domingo 20 de junio compartimos en comunidad, junto a la Comunidad Educativa del colegio Santa Teresa de Illapel, nuestra Eucaristía Comunitaria y como familia celebramos LA VIDA de un gran amigo y maestro: Enrique de Ossó, hombre apasionado por el Reino de Dios, por transformar la sociedad mediante la educación, un hombre de Dios que soñó con nosotros como "corazones unidos" y hoy lo somos: "Familia Teresiana", distintas realidades, distintas formas de vivir el carisma.
Somos de un solo carisma fundacional, una sola sangre de familia, una sola herencia, la de nuestro padre fundador Enrique de Ossó.
Por ello, esta eucaristía fue una acción de gracias a Dios:
Gracias por la vida y obra de Enrique de Ossó.
Gracias por inspirar a San Enrique de Ossó e invitarlo a fundar los Colegios Teresianos.
Gracias por darle el valor y la audacia para confiar en Ti y enviar a las hermanas Teresianas a América, llegando hasta Chile.
Gracias por todos estos años en que has permitido que la semilla teresiana se siembre, crezca, de fruto y permanezca contribuyendo a la transformación de la sociedad chilena.
Gracias por permitirnos estar hoy aquí y ser testigos de tus dones y bendiciones.
